Esta mañana, Justin Trudeau renunció a su cargo como Primer Ministro de Canadá tras casi diez años en él; esto después de semanas de rumores sobre su posible dimisión.
Además de dejar su puesto como Ejecutivo, también renunció como líder del Partido Liberal. La noticia la dio en una conferencia de prensa en Ottawa, la capital de Canadá.
«Tengo la intención de dimitir como líder del partido y como primer ministro después de que el partido seleccione a su próximo líder mediante un proceso competitivo y riguroso a nivel nacional», manifestó Trudeau.
“Soy un luchador… El hecho es que, a pesar de los mejores esfuerzos por resolverlo, el Parlamento ha estado paralizado durante meses», agregó en la conferencia de prensa.
Medios canadienses reportaron que Justin Trudeau enfrentó duras críticas por parte del Parlamento canadiense después de una serie de acontecimientos que denominaron como “vergonzosos” en los cuales estuvo involucrado junto a Donald Trump.
En diciembre del año pasado, los miembros del Parlamento discutieron con varios legisladores de todos los partidos con mayoría y exigieron que el primer ministro renuncie debido a la incapacidad de liderar.
La gota que derramaría el vaso sería la renuncia de su viceprimera ministra, Chrystia Freeland el 16 del mes mencionado; sobre todo porque la carta donde expone los motivos por los cuales dimite de su cargo llega en momentos complicados para Canadá.
Esto después de que el presidente electo Donald J. Trump advirtiera que impondrá aranceles del 25% por ciento a los productos de Canadá y México, a menos que los dos países hagan más para frenar el flujo de migrantes indocumentados y drogas hacia Estados Unidos.
Carta de renuncia de Chrystia Freeland
En la carta que compartió a través de sus redes sociales, Freeland acusó a Trudeau de participar en » trucos políticos» en lugar de concentrarse en contrarrestar la grave amenaza de los aranceles.
Así mismo dijo que la ruptura con Trudeau se produjo por diferencias en decisiones económicas, mismos que señaló socavarían las finanzas de Canadá y su capacidad para lidiar con la amenaza arancelaria de Trump.
“Eso significa mantener nuestra pólvora fiscal seca hoy, para que tengamos las reservas que podamos necesitar para una guerra arancelaria. Eso significa evitar costosos trucos políticos, que no podemos permitirnos”, escribió.