En un intento por alcanzar el sueño americano, un migrante y su hijo fallecieron al caer del tren en movimiento en Coahuila.
Las victimas identificadas como Elvis Mairongo de 29 años, y su hijo Mateo de apenas un año, ambos originarios de Ecuador, perdieron la vida tras resbalarse del tren en los patios de Ferromex, en Torreón, Coahuila.
El accidente ocurrió antes de las 7:00 a.m. de este viernes, en la colonia Braulio Fernández Aguirre, en los patios de Grupo México Transportes.
Según los reportes, la tragedia fue alertada por un migrante que acudió a la caseta de vigilancia de la empresa ferroviaria para pedir ayuda tras presenciar el accidente.
En busca del sueño americano
El testigo narró que padre e hijo cayeron de uno de los vagones mientras el tren avanzaba. Al llegar al lugar, paramédicos de la Cruz Roja encontraron al hombre y al bebe con diversos golpes.
El joven contaba con una fractura expuesta de fémur y el menor con un traumatismo craneoencefálico severo. A pesar de los esfuerzos del equipo médico por reanimarlos, ambos fueron declarados sin vida en el sitio.
Elementos de la Guardia Nacional y de la Dirección de Seguridad Pública Municipal arribaron al lugar para resguardar la zona.
Mientras que personal de la Agencia de Investigación Criminal y Servicios Periciales inició la recolección de evidencia.
Los cuerpos fueron trasladados al Servicio Médico Forense (Semefo) para realizar la necropsia correspondiente.
La Fiscalía General del Estado de Coahuila ha abierto una carpeta de investigación para esclarecer los hechos y determinar las circunstancias que llevaron a esta tragedia.
El caso de Elvis y Mateo es un doloroso recordatorio de los riesgos que enfrentan miles de migrantes en su travesía hacia Estados Unidos.
Las rutas ferroviarias, conocidas como «La Bestia», son peligrosas, pero frecuentemente utilizadas por quienes buscan cruzar México en su camino al norte.
A menudo se exponen a accidentes mortales y situaciones de vulnerabilidad extrema solo por alcanzar una mejor vida o huir del crimen en sus países.
Esta tragedia pone nuevamente sobre la mesa la urgente necesidad de políticas migratorias más humanas y seguras, así como de una atención integral para todos.