A partir de la medianoche del 12 de marzo de 2025, entraron en vigor los nuevos aranceles del 25% sobre el acero y el aluminio a bienes que ingresan al territorio de Estados Unidos.
El presidente Donald Trump, apenas esta semana había amenazado con implementar un impuesto del 50% a las importaciones de acero y aluminio provenientes de Canadá, pero reculó tras un tenso intercambio comercial con su vecino del sur.
Según un análisis de Reuters, los productos afectados por estos nuevos aranceles incluyen piezas importadas de automóviles y tractores, muebles de metal, materiales de construcción y componentes de maquinaria.
También se verán impactados productos de consumo de uso ‘más’ común, como fregaderos de acero inoxidable, cocinas de gas, bobinas de evaporadores de aire acondicionado, herraduras de caballo, sartenes de aluminio y bisagras de acero para puertas.
Cabe recordar que, en comparación con los aranceles del 2018 sobre productos industriales chinos, que totalizaron 50 mil millones de dólares, la escala de estos nuevos aranceles es mucho mayor, lo que se le traduce en una ampliación de los productos afectados.
En tanto, Bloomberg sostiene que los nuevos aranceles del 25% por ciento, afectarán desde los bates de béisbol de aluminio que usan los jugadores de las ligas menores, los carretes y redes de pesca, los patines hasta las agujas de coser. Incluso despedirse de un ser querido va a volverse más caro, ya que los ataúdes para entierro se verán afectados por los nuevos impuestos.
Para México la inclusión de partes y accesorios de vehículos en estas medidas impacta de manera directa al sector automotriz, uno de los principales sectores exportadores del país, que derivado de esto será el más afectado.
De acuerdo con el IMCO los aranceles a los productos de aluminio exportados por México excederían las presentadas en 2018, alcanzando el 4.7%, lo que equivale más del 1.56% del Producto Interno Bruto (PIB) del país en 2024.
Aunque en su campaña, Trump hizo una promesa respecto a bajar la inflación y bajar los precios de los productos desde el primer día en que tomara posesión, recientemente ha ‘cambiado de tono’ puesto que sus medidas económicas han abierto las puertas hacia la recesión.
Aunque el objetivo de Trump al imponer aranceles sobre metales es, según él, para ‘fortalecer la producción de acero y aluminio y traer más fabricación y puestos de trabajo a EU’, las políticas del presidente estadunidense a corto plazo generarán un impacto directo en los costos de producción y precios de consumo para los ciudadanos estadounidenses, que verán un aumento en el costo de muchos bienes de uso diario.
No solo eso, sus medidas ‘punitivas’ también podrían repercutir en las relaciones comerciales con otros países, especialmente con sus vecinos y aliados en el T-MEC.
Canadá y México, las dos mayores fuentes comerciales de metales, serían los más afectados. Los principales socios de Estados Unidos también están luchando contra aranceles del 25% por ciento sobre todos los productos como ‘castigo’ por no frenar el tráfico de fentanilo.