La NBA está viviendo una transición generacional en tiempo real, y Anthony Edwards parece decidido a liderarla.
El escolta de 23 años eliminó esta semana a los Golden State Warriors de Stephen Curry en cinco partidos, luego de haber hecho lo propio con LeBron James y los Lakers en la primera ronda. Dos leyendas, dos íconos globales, dos símbolos de una era… y un solo verdugo.
Apodado por Adidas como “The King Slayer”, Edwards está escribiendo su propia narrativa en una liga que necesita nuevas figuras centrales. En un lapso de apenas dos semanas, ha pasado de ser una promesa ascendente a una figura dominante con ambición y carisma suficientes como para ser el nuevo rostro de la NBA.
Más allá de Curry y LeBron
La eliminación de Curry y LeBron representa un cambio inevitable pero riesgoso para la liga. Ambos lideraron los partidos más vistos de estos playoffs —el Lakers vs. Timberwolves de la primera ronda fue el más visto hasta ahora, y el séptimo juego de los Warriors contra Houston, el más visto por cable en 2024.
Su salida podría traducirse en una baja momentánea de audiencia. Pero la oportunidad es clara: Edwards no solo juega bien, vende bien.
Fue el séptimo más alto en ventas de camisetas esta temporada, y el segundo entre jugadores aún activos en la postemporada (detrás de Jalen Brunson).
Una narrativa de superación
El impacto de Edwards va más allá del marketing. En la duela, está llevando a los Timberwolves a su segunda final del Oeste consecutiva, algo nunca antes logrado por la franquicia. Y lo está haciendo con una ambición desbordante: ya eliminó a dos campeones, y aún podría dejar fuera a Nikola Jokić (MVP 2021-2022) o a Shai Gilgeous-Alexander, probable MVP 2025, en la siguiente ronda.
“No hemos hecho nada todavía,” dijo Edwards tras eliminar a Golden State. Pero los hechos dicen lo contrario: ya cambió el mapa de poder de la liga.
¿El fin de una era en Golden State?
Para los Warriors, la derrota abre incógnitas. En febrero apostaron por una extensión a Jimmy Butler (2 años, $121M), pero ahora tienen atados a un núcleo envejecido con Curry (37 años), Butler (36) y Draymond Green (35) que les costará más de $140 millones en 2025.
Con solo seis contratos garantizados para la próxima temporada y pocas herramientas para reforzar el plantel (una excepción media de $14.1M, otra de $5.1M y el pick 41 del draft), el margen de maniobra es mínimo. Y el reloj avanza.
El futuro llegó
La NBA está en pleno cambio de guardia. Mientras LeBron y Curry se acercan al ocaso, Anthony Edwards está convirtiendo su momento en legado. Y si sigue eliminando MVPs como lo ha hecho hasta ahora, la liga no tendrá que buscar más al sucesor: ya lo tiene.