¿Alguna vez has llenado un formulario para obtener una beca, inscribirte a un programa social, o simplemente para hacer un trámite en una oficina del gobierno? Si tu respuesta es sí, entonces seguramente has entregado tus datos personales, como tu nombre, CURP, dirección o número de teléfono. Pero, ¿sabes realmente qué pasa con esa información? Aquí entra en juego algo llamado aviso de privacidad.
El aviso de privacidad es un documento —físico, electrónico o incluso verbal— que toda dependencia pública (y también muchas privadas) deben darte cuando recaban tus datos personales. Su propósito principal es muy simple: informarte qué información te están pidiendo, para qué la quieren y qué harán con ella.
¿Qué incluye este documento?
En pocas palabras, el aviso de privacidad debe decirte:
- Quién está recopilando tus datos (por ejemplo, una secretaría del gobierno).
- Para qué los van a usar (como darte un apoyo, ayudarte con un trámite o integrar un expediente).
- Qué tipo de datos te están pidiendo (desde tu nombre y CURP hasta información médica o financiera).
- Si van a compartir esos datos con alguien más.
- Qué derechos tienes respecto a tu información (los llamados derechos ARCO).
¿Y qué son esos derechos ARCO?
Son tus derechos como ciudadano para tener control sobre tu información personal. ARCO significa:
- Acceso: saber qué datos tienen sobre ti.
- Rectificación: corregirlos si están mal.
- Cancelación: pedir que los eliminen si ya no son necesarios.
- Oposición: negarte a que los usen para ciertos fines.
¿Cómo lo relaciono con mi vida diaria?
Piénsalo así: cada vez que dejas tus datos para recibir un apoyo del gobierno, para registrarte a una universidad o para trabajar en alguna dependencia, estás confiando tu información personal. El aviso de privacidad es como un contrato que te protege y te informa qué van a hacer con esos datos. Te da el poder de decidir si aceptas o no ese uso, y si no estás de acuerdo, incluso puedes pedir que los borren o modifiquen.
Imagina que un día ves que alguien está usando tu información sin tu consentimiento, como tu número telefónico para enviarte publicidad. Si hubo un aviso de privacidad claro y tú lo aceptaste, sabrás si eso era legal o no. En caso contrario, puedes denunciarlo y exigir que respeten tus derechos.
¿Y si no me lo dan?
Es obligación de todas las instituciones públicas darte ese aviso en el momento en que recaban tus datos. Si no lo hacen, deben aplicar lo que se llama una medida compensatoria, que también tiene que ser aprobada por el instituto de transparencia correspondiente.