El pasado 18 de diciembre de 2024, el Diario Oficial de la Federación (DOF) decretó la reforma a la Ley Federal del Trabajo conocida como la «Ley Silla», una medida que busca garantizar condiciones laborales más dignas para millones de trabajadores en México. Esta reforma obliga a los patrones a proporcionar sillas con respaldo a las personas trabajadoras, especialmente aquellas cuyas labores requieren permanecer de pie durante largas jornadas de trabajo.
¿EN QUÉ CONSISTE LA LEY SILLA?
La «Ley Silla» es una reforma a los artículos 132, 133, 422 y 423 de la Ley Federal del Trabajo y adiciona una fracción al “artículo 133” (fracción XVII Bis). Sus principales disposiciones incluyen:
Obligación de proporcionar sillas con respaldo: Los patrones deberán contar con el número suficiente de asientos o sillas con respaldo para las personas trabajadoras en sectores de servicios, comercio e industrias similares.
Prohibición de jornadas completamente de pie: Se les prohíbe a los patrones obligar a sus trabajadores a permanecer de pie durante toda su jornada, sin permitirles descansar adecuadamente.
Áreas designadas para el descanso: En los casos en los que la naturaleza del trabajo no permita realizar labores sentados, los empleadores deberán disponer de espacios adecuados para el descanso periódico.
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BENEFICIOS DE LA LEY SILLA
Diversos estudios han señalado los riesgos para la salud de permanecer de pie por largos períodos sin descanso. Entre ellos el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) señala que las personas cuya actividad cotidiana se desarrolla de pie por largas jornadas de trabajo, como albañiles, mecánicos, guardias de seguridad, policías y cirujanos, sufren con mayor frecuencia de fatiga muscular, problemas circulatorios y dolor en las articulaciones como en las rodillas, talones y espalda.
Con esta reforma, se busca mejorar la calidad de vida de las y los trabajadores, reducir enfermedades laborales y aumentar la productividad al garantizar mejores condiciones laborales.
PLAZOS PARA SU IMPLEMENTACIÓN
El decreto entrará en vigor 180 días después de su publicación en el DOF, es decir, en junio de 2025. A partir de esa fecha, las empresas deberán contar con un plazo adicional de 180 días para adecuar sus normativas internas y garantizar el cumplimiento de la reforma.
La Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) deberá emitir en un plazo de 30 días, contados a partir de la entrada en vigor del decreto, normas específicas sobre los factores de riesgo asociados con las condiciones laborales que impliquen permanecer de pie por tiempos prolongados.
SANCIONES POR INCUMPLIMIENTO
El incumplimiento de la Ley Silla puede derivar en sanciones económicas para los empleadores, que van desde 250 hasta 2,500 veces la Unidad de Medida y Actualización (UMA).
UN AVANCE EN LOS DERECHOS LABORALES EN MÉXICO
La aprobación de la «Ley Silla» representa un avance significativo en la protección de los derechos laborales en México. Se suma a una tendencia internacional que busca garantizar mejores condiciones de trabajo. Países como España y Chile han implementado medidas similares desde principios del siglo XX, reconociendo la importancia del descanso en el bienestar y productividad de las personas trabajadoras.
En un país donde una gran parte de la fuerza laboral enfrenta jornadas fatigantes en sectores como el comercio, la seguridad, la hotelería y la manufactura, esta reforma marca un antes y un después en la dignificación del trabajo.
COMENTARIO PERSONAL
La «Ley Silla» no es solo una reforma laboral, sino un paso hacia el reconocimiento de la dignidad y el bienestar de los trabajadores en México. Permitir que las personas descansen adecuadamente durante su jornada no es un lujo, sino una necesidad para cuidar su salud y mejorar su rendimiento. Esta medida refleja un avance en la forma en que se conciben los derechos laborales, priorizando la calidad de vida sobre la simple productividad.
Asegurar condiciones laborales más humanas debería ser un objetivo constante en cualquier sociedad que valore el esfuerzo de su gente. La implementación de esta ley no solo beneficiará a quienes trabajan de pie, sino que sentará un precedente para futuras reformas que sigan construyendo un entorno laboral más justo y saludable.