El Vaticano actualizó al medio día de este lunes (hora de México) el informe sobre la causa de muerte del papa Francisco. A través de un comunicado informó que la causa del fallecimiento del pontífice a los 88 años se debió a un derrame cerebral que lo mantuvo en coma, para finalmente provocarle un colapso cardiovascular irreversible.
Lo anterior fue certificado en el acta de defunción por el profesor Andrea Arcangeli, director de la Dirección de Sanidad e Higiene del Estado de la Ciudad del Vaticano. El sensible fallecimiento del representante religioso ocurrió a las 7:35 a.m (hora local) y se comprobó mediante un estudio electrocardiograma tanatológico.
El documento médico indica que el Papa tenía antecedentes de insuficiencia respiratoria aguda en neumonía bilateral multimicrobiana, bronquiectasias múltiples, hipertensión y diabetes de tipo II.
El testamento espiritual del Papa Francisco
El Vaticano compartió el testamento espiritual del papa Francisco, que fue redactado por él mismo en Santa Marta el 29 de junio de 2022.
En el documento, con su nombre secular, Jorge Mario Bergoglio pide que se prepare su tumba en el nicho de la nave lateral entre la Capilla Paulina (Capilla de la Salus Populi Romani) y la Capilla Sforza de la Basílica de Santa María la Mayor. La tumba debe estar en la tierra; sencilla, sin decoración particular y con la única inscripción: Franciscus, se lee en el documento.
“Sintiendo que se acerca el ocaso de mi vida terrena, y con viva esperanza en la Vida Eterna, deseo expresar mi voluntad testamentaria sólo en cuanto al lugar de mi sepultura”.
Como ya ha trascendido, Francisco pidió que sus restos sean inhumados en la Basílica Papal de Santa María, en razón de su fe a la Virgen del mismo nombre. Dichas instrucciones serán giradas por el Arzobispo Rolandas Makrickas, Comisario Extraordinario del Capítulo Liberiano.
“Mi vida y mi ministerio sacerdotal y episcopal los he confiado siempre a la Madre de Nuestro Señor, María Santísima. Por tanto, pido que mis restos mortales descansen esperando el día de la resurrección en la Basílica Papal de Santa María la Mayor”.
“Deseo que mi último viaje terrenal termine en este antiquísimo santuario mariano, al que acudía en oración al inicio y al final de cada Viaje Apostólico, para encomendar confiadamente mis intenciones a la Madre Inmaculada y agradecerle sus dóciles y maternales cuidados”, agregó.
Asimismo, expuso que los gastos para la preparación de su entierro serán cubiertos por la suma del benefactor que ha dispuesto, sin detallar quién.
“Que el Señor dé una merecida recompensa a quienes me han amado y seguirán rezando por mí. El sufrimiento que se hizo presente en la última parte de mi vida lo ofrecí al Señor por la paz mundial y la fraternidad entre los pueblos”, finalizó en su testamento.