Google anunció que modificará los nombres del Golfo de México y la montaña Denali en sus mapas únicamente si el gobierno de Estados Unidos actualiza sus registros oficiales.
La orden realizada por el presidente Donald Trump, titulada «Restaurando nombres que honran la grandeza estadounidense», busca renombrar el Golfo de México como el Golfo de América.
Además de cambiar nuevamente el nombre de la montaña más alta de Norteamérica, Denali, al Monte McKinley.
We’ve received a few questions about naming within Google Maps. We have a longstanding practice of applying name changes when they have been updated in official government sources.
— News from Google (@NewsFromGoogle) January 27, 2025
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https://x.com/NewsFromGoogle/status/1884012692048166951
Política de Google sobre cambios en mapas
Google reafirmó que su plataforma Maps refleja los nombres de las características geográficas de acuerdo con el Sistema de Información de Nombres Geográficos (GNIS), una base de datos oficial del gobierno estadounidense.
«Hemos recibido algunas preguntas sobre los nombres en Google Maps. Tenemos una práctica de larga data de aplicar cambios de nombre cuando se han actualizado en fuentes gubernamentales oficiales» compartió Google a través de «X».
El nombre de Denali, que significa «el alto» en la lengua de los nativos de Alaska, fue adoptado oficialmente en 2015 bajo la administración de Barack Obama, en reconocimiento a las comunidades indígenas de la región.
Anteriormente, se conocía como Monte McKinley, en honor al expresidente William McKinley, un republicano del siglo XIX.
El cambio propuesto para el Golfo de México, que limita con Estados Unidos, México y Cuba, sería el primero en alterar su denominación histórica en más de 400 años.
Críticos consideran que el nuevo nombre, Golfo de América, refleja una narrativa nacionalista que ignora las raíces compartidas de la región.
Tensiones por otros nombres geográficos
No es la primera ocasión que México tiene un conflicto por los nombres geográficos con Estados Unidos.
La controversia recuerda la diferencia en cómo estadounidenses y mexicanos llaman al río fronterizo que divide ambos países.
Río Grande en Estados Unidos y Río Bravo en México. Este ejemplo ilustra cómo los nombres geográficos pueden simbolizar identidades nacionales.
El mandato de Trump ha generado un intenso debate entre sectores conservadores que celebran el cambio como una reivindicación del legado estadounidense y críticos que lo ven como un intento de borrar la diversidad cultural.
El impacto práctico, sin embargo, podría ser mínimo. El Golfo de México seguirá siendo una ruta clave para el comercio y el turismo.
Denali continuará siendo una de las montañas más imponentes del continente, independientemente de su nombre oficial.