Este jueves 22 de mayo, la plataforma Netflix ha compartido a través de sus redes sociales el primer tráiler oficial de su documental titulado Titan: El desastre de OceanGate, donde se presentará el caso de la trágica implosión del submarino Titan.
Fue el 18 de junio de 2023 cuando la empresa privada OceanGate que operaba en Everett, Washington, se dirigió a una de sus expediciones donde llevaba a turistas en su submarino Titan para visitar los restos del Titanic, el cual alcanzaba un precio de 250 mil dólares por persona.
Titán implosionó durante el viaje al sitio del naufragio del Titanic, matando a las cinco personas que se encontraban a bordo, incluido su fundador Stockton Rush. Tras cuatro días de búsqueda por el equipo de rescate, el 22 de junio se encontraron los restos en el lecho marino a unos 500 metros (1600 pies) del lugar del naufragio del Titanic.
Video: primer tráiler del documental “Titan: El desastre de OceanGate”.
Ahora, a dos años del trágico accidente, la plataforma de streaming Netflix ha compartido que estará estrenando un documental sobre la tragedia del OceanGate, el cual presentará detalles sobre la “ambición detrás de la expedición”, así como las circunstanciasen por las que ocurrió la implosión.
A través de su cuenta oficial de X, Netflix compartió el primer adelanto, colocando de descripción “Cuanto más miras, más oscuro se vuelve. Titan: The OceanGate Disaster”. El video, de un minuto y 17 segundos de duración, aparece un poco de lo que se observará en el documental.
Titan: El desastre de OceanGate que se podrá ver el próximo 11 de junio, incluirá entrevistas, material archivado del submarino Titan, así como testimonios de personal que estuvo involucrado en el desarrollo del submarino. Además, se espera que aparezcan expertos en ingeniería submarina y allegados a las víctimas.
El submarino contaba con un suministro de oxígeno de hasta 96 horas, por lo que los tripulantes de Titan podían sobrevivir como máximo hasta el jueves 22 de junio de 2023. Sin embargo, la implosión ocurrió mientras se encontraban aproximadamente a 3,800 metros de profundidad, la cual fue detectada por sensores acústicos de la Marina de los Estadios Unidos.
La implosión, según informes, ocurrió en unos veinte milisegundos, por lo que el cerebro de los pasajeros no tuvo tiempo de procesar lo que ocurría, muriendo de forma indolora e inmediata.