El Super Bowl no solo define una temporada de la NFL, sino que también marca un punto clave en la industria publicitaria. Empresas de distintos sectores invierten millones de dólares para asegurarse un espacio en la transmisión, conscientes del impacto y la audiencia que genera el evento.
Para la edición de 2025, el costo de un anuncio de 30 segundos ha alcanzado entre 7 y 8 millones de dólares, es decir, entre 140 y 160 millones de pesos.
Fox ha vendido al menos 10 comerciales por un precio récord de 8 millones de dólares cada uno, consolidando el Super Bowl como el evento con los anuncios más caros de la televisión.
Fox, la cadena encargada de la transmisión, anunció en noviembre que había vendido todos los espacios publicitarios, alcanzando un «precio récord», según su director ejecutivo, Lachlan Murdoch.
Aunque el precio de los anuncios del Super Bowl suele aumentar alrededor de 100 mil dólares por año, en esta edición el incremento superó los 500 mil dólares por anuncio, según versiones periodísticas.
«Si aprendí algo, es que estamos en un período en el que el evento deportivo en vivo, donde las personas y las familias se reúnen para mirar, es mucho más codiciado», dijo Mark Evans, vicepresidente ejecutivo de ventas de anuncios de Fox Sports. «Hay una escalada en el precio y el interés en la demanda de deportes en vivo, pero no estamos en su apogeo. Todavía tenemos margen para crecer».
El Super Bowl resiste la caída de la televisión tradicional
A pesar de la disminución de la audiencia en la televisión tradicional debido al auge del streaming, la NFL sigue siendo un pilar de la industria televisiva en Estados Unidos.
Aunque la liga ha experimentado una leve caída en su audiencia durante la temporada 2024, con un descenso del 2 por ciento en la fase regular y una baja adicional en la ronda de comodines, su dominio en la televisión nacional sigue siendo indiscutible.
Esta reducción ha tenido un impacto menor en comparación con otros sectores mediáticos, y eventos de gran magnitud como el Super Bowl continúan demostrando su poder de convocatoria.
En 2024, alrededor de 123.7 millones de personas vieron el Super Bowl, según Nielsen, la firma líder en medición de audiencias, que proporciona datos clave sobre los hábitos de consumo televisivo en EE.UU. Para ponerlo en perspectiva, en 2023, la última vez que el Super Bowl se emitió en Fox, más de 115 millones de espectadores siguieron la transmisión.
Los equipos disputarán el Super Bowl LIX el 9 de febrero en el Caesars Superdome de Nueva Orleans. Su capacidad para atraer audiencias masivas y generar conversaciones globales lo convierte en una plataforma inigualable para las marcas, que ven en la transmisión una oportunidad única para conectar con el público.
Si bien la ausencia de los Dallas Cowboys en los playoffs pudo influir en la caída de audiencia de la NFL, el atractivo del Super Bowl sigue impulsando el mercado publicitario a niveles récord.
De hecho, algunos anunciantes habituales, como la aseguradora State Farm, han optado por no participar este año, lo que permitió a Fox revender esos espacios a precios aún más altos, demostrando que la demanda por este evento sigue siendo excepcionalmente fuerte.
Más que un partido, un fenómeno global
El Super Bowl trasciende su naturaleza como evento deportivo para convertirse en un fenómeno cultural y publicitario de alcance global.
Más allá del enfrentamiento en el campo, este acontecimiento anual congrega a millones de espectadores que esperan con ansias no solo el juego, sino también el espectáculo del medio tiempo y, de manera destacada, los innovadores comerciales que se emiten durante su transmisión.
Las marcas reconocen esta oportunidad única y están dispuestas a invertir sumas millonarias para asegurar su presencia en este escenario, buscando maximizar su alcance y retorno de inversión.
Esta combinación de deporte, entretenimiento y publicidad ha consolidado al Super Bowl como una plataforma inigualable en el mundo del marketing.