El pasado 5 de marzo, se informó que, en un predio del municipio de Teuchitlán, Jalisco se encontró lo que podría ser una las fosas clandestinas más grandes que han sido halladas en el país. El descubrimiento se dio a través del colectivo de búsqueda de personas desaparecidas «Guerreros Buscadores De Jalisco».
En la intervención se encontraron al menos tres hornos clandestinos y cientos de artículos personales de las supuestas personas que habrían sido reclutadas y asesinadas por el crimen organizado, según información revelada por dicho colectivo.
El hallazgo se dio el pasado 5 de marzo, después de que los integrantes de «Guerreros Buscadores De Jalisco» recibieran una llamada anónima mediante la cual les confesaron que el rancho Izaguirre era usado como crematorio clandestino. Cabe mencionar que este predio ya había sido asegurado por las autoridades en 2024, pero en aquel entonces las autoridades no encontraron evidencias de restos humanos.
Al respecto, la Fiscalía del estado comentó que los restos humanos no habían sido localizados anteriormente debido a que el grupo criminal que ahí operaban – aparentemente el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) – habría usado una nueva modalidad para esconder los cuerpos, la cual consistía en incinerarlos y posteriormente ocultarlos bajo una losa de ladrillo y una capa de tierra; razón aparente por la que no se habrían identificado con anterioridad.
Mediante redes sociales, el colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco – y otros colectivos de madres buscadoras – han estado compartiendo los hallazgos que se dieron en el predio. Los reportes sugieren que en el lugar se localizaron más de 200 pares de zapatos; diferentes prendas de hombre, mujer; artículos de joyería como relojes, collares, anillos, pulseras y dijes; maletas, mochilas, bolsas y más; así como libretas con cartas de despedid, entre otros.
Por su parte, la Vicefiscalía en Personas Desaparecidas ratificó que en el lugar también fueron encontrados los siguientes objetos: 5 lotes de restos óseos fragmentados; 400 prendas de vestir, incluyendo calzado y mochilas; 96 casquillos de distintos calibres; 3 cargadores; 3 libros; 1 libreta; y una identificación personal. Pese a la cantidad de objetos que las autoridades encontraron en el área, las autoridades aún no identifican a las personas que pudieron haber sido víctimas de este grupo criminal.
Lo que las autoridades no habían logrado encontrar, lo hallaron madres buscadoras en Teuchitlán
Integrantes del colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco han denunciado en redes sociales que el lugar era utilizado como un presunto campo de reclutamiento y exterminio del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), información que no ha sido confirmada por las autoridades estatales. Las madres buscadoras han comentado que el crimen organizado ha estado reclutando a jóvenes con falsas promesas de trabajo, para así llevarlas a centros de reclutamiento, donde supuestamente se les daría entrenamiento físico.
El Rancho Izaguirre ya había sido intervenido en septiembre de 2024 por las autoridades en un operativo para buscar desaparecidos.
En 2024, el rancho ya había sido asegurado por la Fiscalía de Jalisco tras un operativo que resultó en la detención de algunas personas, la liberación de 36 reclutados y la identificación de una víctima mortal. En ese momento, las autoridades usaron maquinaria pesada y binomios caninos para realizar la búsqueda de personas desaparecidas, pero no se detectaron los hornos clandestinos debido a la extensión del terreno y la falta de una búsqueda exhaustiva.
Sin embargo, el pasado 5 de marzo cuando el colectivo llegó al sitio tras atender una llamada anónima que reveló la presencia de los hornos crematorios, los sellos de aseguramiento del rancho estaban rotos.
De acuerdo con las madres buscadoras, la modalidad utilizada por los criminales para ocultar los cuerpos consistía en no solo incinerar los restos, sino que también los cubría bajo losas de ladrillo y capas de tierra.
La Fiscalía de Jalisco ha declarado que ya comenzó a revisar posibles omisiones durante las intervenciones previas. Cabe recordar que el 30 de enero, la finca fue asegurada por primera vez, en esta intervención se encontraron mil 818 cartuchos, cargadores, equipos de radiocomunicación, equipo táctico y precursores químicos.
El 30 de enero, la finca fue asegurada por primera vez, en esta intervención se encontraron mil 818 cartuchos, cargadores, equipos de radiocomunicación, equipo táctico y precursores químicos.
Es decir que en las dos ocasiones en la que la fiscalía y fuerzas de seguridad fueron al predio no se percataron de los hornos y los indicios que apuntaban a que el terreno funcionaba como centro de confinamiento, adiestramiento y exterminio.
La investigación está en curso, pero hasta ahora no se han podido identificar a las víctimas ni establecer cuántas personas fueron reclutadas y exterminadas en este lugar.
A través de redes sociales, el colectivo de Guerreros Buscadores de Jalisco ha compartido fotos de los hallazgos, revelando cartas de despedida y otros objetos personales que pertenecen a personas que, presumiblemente, fueron víctimas de secuestro y muerte a manos del crimen organizado. También han destacado que, a pesar de las investigaciones y los esfuerzos de las autoridades, muchas veces son ellas quienes logran encontrar lo que el gobierno no pudo. Mientras la investigación sigue en curso los colectivos de búsqueda de desaparecidos no cesan en su búsqueda de respuestas.
“¿Cómo no es que dieron aviso a las autoridades? ¿Cómo es que no encontraron estos crematorios? ¿por qué cuando llegamos nosotros los sellos ni candados ya no estaban? y dejaron la puerta abierta!? por algo no dijeron nada antes hasta que nuestro colectivo hace viral el hallazgo de estos crematorios y cientos de calzados y ropa aparte de los indicios tan importantes que había en el lugar. Gracias a la Fiscal Blanca Jacqueline, por haber acudido de manera personal e inmediata al llamado y darle seguimiento a este caso tan delicado” sentenció el colectivo jalisciense en Facebook.
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