En la historia del cine, pocas películas han logrado escandalizar por igual a críticos, aficionados e incluso a la Iglesia. Pero aún más raros son los casos en los que una obra puso en riesgo la relación de todos los involucrados en ella con la iglesia católica.
Viridiana (1961), una obra dirigida por Luis Buñuel y protagonizada por Silvia Pinal, se enfrentó al sermón de la Iglesia católica y la censura franquista.
Basada en la novela Halma de Benito Pérez Galdós, Viridiana fue concebida como una sátira mordaz que cuestionaba los valores del cristianismo, la caridad y el franquismo.
Más tarde, Pinal agregaría que el nombre de su personaje estaría basado específicamente en un cuadro que se expuso en el Museo del Chopo.
“El cuadro decía: Santa Viridiana; y era de una monja sin habito, sino con camisón, burdo, adorando los signos de la crucifixión, sentada en un cojín… y ahí nació el nombre de Viridiana”
Viridiana
Luis Buñuel, famoso por su estilo surrealista decidió hacer el rodaje en España, a pesar de la estricta censura del régimen de Francisco Franco y… de vivir en México.
Spoiler: La película relata la historia de Viridiana, una novicia que, antes de tomar los hábitos, visita a su tío, Jaime en su hacienda. Este, obsesionado con su parecido a su difunta esposa, intenta abusar de ella. Tras su muerte, Viridiana hereda la propiedad y decide donarla. La historia profundiza en cómo la bondad y la humanidad se cruza con la corrupción y la indiferencia.
Spoiler: Uno de los momentos más controversiales del filme es la recreación de “La última cena”, en la que un grupo de mendigos toma la posición de los apóstoles mientras suena el Aleluya de El Mesías de Händel. Esta escena, cargada de simbolismo y humor negro, fue interpretada como una burla directa a la religión.
Escándalo internacional
Tras ganar la Palma de Oro en el Festival de Cannes en 1961, el Vaticano condenó a directores, productores y actores.
L’Osservatore Romano, el periódico oficial de la Santa Sede, calificó la película de blasfema y exigió la excomunión de todo el equipo. Así mismo, el régimen franquista, presionado por la polémica, prohibió y ordenó destruir todas las copias en España.
“Franco mandó quemar absolutamente todo lo que existiera acerca de la filmación de esa película”, señaló Pinal.
En una entrevista, Silvia Pinal, confesó que decidida a preservar la película fue a Paris a buscar una copia.
“Saqué la copia que teníamos del doblaje, las saqué de las latas, las puse en bolsas de plástico y me regresé a México con la película en la mano” .
Viridiana, hoy reconocida como una de las grandes obras maestras del cine del siglo XX, marcó el regreso de Luis Buñuel a su tierra natal después de 24 años de exilio, tras haber sido declarado “persona non grata” por el régimen franquista.
Asimismo, la película reflejó el deseo de Silvia Pinal de expandir su carrera a nivel internacional, un objetivo que lograría ganando una Palma de Oro en Cannes.
“Siempre me atrajo la idea de hacer algo diferente, algo especial y yo he tenido toda mi vida intuición de que me iba a dar algo diferente (la vida)… y me dio la mejor película que ha hecho Buñuel… es la mejor película de él. Está en la historia del cine, es una de las mejores películas de los últimos cien años”, Silvia Pinal.