Imagina que contratas un servicio de internet y mes tras mes te cobran cargos injustificados. Lo comentas con conocidos y descubres que a muchos les pasa lo mismo. ¿Qué pueden hacer ustedes, como consumidores, para defenderse de una empresa que parece no responder a las quejas? Aquí es donde entra en juego una herramienta legal poderosa: la demanda colectiva.
¿Qué es una demanda colectiva?
Es una demanda que se presenta cuando muchas personas han sufrido un daño o abuso similar por parte de la misma empresa o institución. En lugar de que cada afectado presente una queja por separado, una o varias personas lo hacen en nombre de todos. De esta forma, se agrupan fuerzas, se reducen costos y se aumenta la posibilidad de obtener justicia.
En México, este tipo de acciones pueden ser promovidas, entre otros, por la PROFECO, que es la institución encargada de proteger nuestros derechos como consumidores.
¿Cuándo puede intervenir la PROFECO?
La PROFECO puede presentar una demanda colectiva cuando al menos 30 personas han sido afectadas por un mismo hecho o conducta de una empresa. No se trata de cualquier inconformidad: debe ser un patrón común que haya provocado un daño generalizado.
Además, tú como consumidor puedes iniciar el proceso notificando a PROFECO sobre cobros indebidos, fallas constantes en el servicio, publicidad engañosa, entre otros abusos.
¿Y si quiero ser parte de una demanda colectiva?
Debes adherirte, es decir, dar tu consentimiento expreso para ser representado por la PROFECO. Esto no tiene ningún costo. Solo necesitas:
- Llenar un formato de consentimiento (lo puedes encontrar en el sitio de PROFECO).
- Presentar una copia de tu identificación oficial.
- Entregar algún comprobante que muestre el daño, como un estado de cuenta con el cargo indebido.
Puedes entregar los documentos de forma presencial en sus oficinas en la CDMX o enviarlos por correo electrónico, si vives en otra parte del país.
¿Qué beneficios tiene unirte?
- No gastas en abogados ni juicios, la PROFECO te representa sin costo.
- Tienes más fuerza legal: una sola persona difícilmente podría enfrentar a una gran empresa, pero un grupo tiene más posibilidades de lograr justicia.
- La sentencia aplica para todos los que se unan: si ganan, cada persona que participó recibe su compensación.
- Ayudas a frenar prácticas abusivas: esto no solo te beneficia a ti, sino también a otros consumidores.
¿Y si la empresa no quiere pagar?
El proceso puede terminar en un juicio o en un acuerdo. Si no se llega a un arreglo y se gana la demanda, la empresa está obligada a pagar una compensación económica a cada consumidor afectado.
Ahora bien, es importante saber que una demanda colectiva puede durar años, ya que puede pasar por distintas etapas legales. Pero una vez que la acción es admitida por un juez, el consumidor puede unirse hasta 18 meses después de que PROFECO haga pública la acción.
¿Qué pasa si ya no quiero participar?
Tienes derecho a no adherirte, pero si decides no participar, no recibirás los beneficios de la sentencia o acuerdo.
¿Y si ya me uní, puedo seguir quejándome de otras cosas?
Sí. Puedes presentar nuevas quejas por otros abusos del mismo proveedor, incluso si ya estás en una demanda colectiva.
Las demandas colectivas son una forma eficiente y justa de proteger a los consumidores frente a abusos generalizados. Si bien no son procesos rápidos, permiten unir voces, repartir costos y enfrentar a empresas que, de forma individual, serían difíciles de demandar. Si crees que tú y otras personas están siendo afectados por la misma situación, acércate a la PROFECO. Tal vez no estés solo.